Última modificación: 06/11/2020 - 14:11
Cada una de las personas que figuran en el programa aceptó con ilusión y buena complicidad anímica la propuesta. Estaban convocadas porque, sin necesidad de conocer a Concepción Arenal, sus actividades o ejercicios profesionales están en consonancia con ella. La razón es que miran desde el mismo ángulo de visión que tuvo Concepción Arenal. La dignidad y diversidad de las personas es el principio básico desde donde actúan, trabajan y aportan al conjunto de la sociedad, contribuyendo a mejorar los recursos y extender el bienestar y las oportunidades para la inclusión social.
Solo pudimos intervenir durante la primera semana. Francisco Idareta aportó una excelente perspectiva inaugural entrando en los valores y las actitudes que sostenía Concepción Arenal. Luis Nogués estableció un excelente ejercicio de mayéutica desde sus convicciones filosóficas docentes, expresando aciertos, dudas y experiencias adquiridas en los últimos años como Director general de integración comunitaria y emergencia social en Madrid. A través de Andrea Borja Gonzalo pudimos entrar en el sentir, itinerarios y las actividades de mujeres en solicitud de asilo que entran en la Asociación Melissa en Atenas.
Pero, negros nubarrones planeaban sobre una actividad humanamente tan refrescante y en disposición de entrar en nuestras raíces. La dejamos en suspenso. Hubiéramos establecido la misma dinámica experimentada en el curso anterior sintonizando de manera distendida con los conocimientos y las experiencias que allí hubiesen salido. Estos encuentros estaban diseñados para comunicarnos en la proximidad, para compartir conocimientos y dar lugar a empatías y reflexiones libres de trabas; así a la antigua usanza.
Esperemos, soñemos y deseemos que en el curso 2020 - 21 podamos hacer realidad estas intenciones con la misma programación.